Perseguir la felicidad II

Continuando con el artículo de ayer…

La felicidad de los habitantes de Bután se ha convertido en una política de estado. Esto es idílico ¿no?. Ya nos gustaría que no nos calentasen tanto la cabeza y nos diesen unas propuestas positivas, que nos sirviesen y ayudaran en el diario discurrir de nuestra pobre figura.

Hay veces que los temas se interrrelacionan casi sin quererlo, simplemente observando. El artículo anterior y este otro que voy a comentar, son distantes en el tiempo y en tipo de publicación, y sin embargo nos aportan nuevos matices.Los sábados se publica un suplemento Mujer hoy, que por esta tierra se entrega con el diario El Correo. En el nº 338 aparecía en portada el siguiente titular: Ponte al día. A continuación: Todo lo que se lleva en moda, belleza, decoración… y lo secretos de los gurús para ser feliz.

Pues… Nos ponemos al día, queremos ser felices y vamos a vestir bien. Nos pondremos guapos y redecoraremos nuestra casa. Luego atenderemos a los gurús: Jorge Bucay (médico psiquiatra y psicoterapeuta), Alejandra Vallejo-Nájera (psicóloga y escritora), Isla Ramos (directora de Leonovo España y Portugal), Carla Royo-Villanova (autora de libros sobre protocolo), Juan Manuel Opi (psicoterapeuta), Juliana Fariñas (presidenta del Colegio de Médicos de Madrid). Estos son los gurús que nos presenta la revista. Cada uno de llos hace una propuesta con el titular: Claves para un otoño 10. Representan una diversidad de conceptos que tienen que ver con la felicidad (los hijos, el trabajo, la vida social, la pareja y consejos saludables), podemos escoger uno, o sin ser dogmáticos elegimos varias propuestas de entre todas ellas.

A mí me han gustado varias, de entre todas me quedo con las de Jorge Bucay. Es conveniente volver a releerlo y dejar que sus ideas se reposen en nuestra consciencia.

Esto es lo que él plantea en las cinco primeras propuestas:

1. Acepta las frustraciones. El sufrimiento siempre es, según decía Buda, el resultado de un deseo no satisfecho.

2. No te conformes. Hay una diferencia muy importante entre la aceptación y la resignación. Aceptar es perder la urgencia.

3. Cancela la sobreexigencia. No es fácil, porque nuestra educación nos condiciona. Por eso hay un largo trabajo por hacer y cada uno debe realizarlo consigo mismo.
4. Lee, escucha y cuenta cuentos. Nos libran de de la tiranía del intelecto. Aunque sea por un ratito, dejamos de depender de este cerebro maquinador y lógico. Los cuentos nos conectan con las emociones, con los sentimientos, con nuestro lado más espiritual. Los cuentos nos ayudan a perder las urgencias, a ver que la felicidad es un proceso interior (la intensificación en negrita es mía).
5. Disfruta de los pequeños placeres. Mucho más importante que el placer es la serenidad; lo que nos satisface, entendido como una carrera feroz para disfrutar, no es placentero.

Mañana os apuntaré las cinco siguientes.

Perseguir la felicidad

Buda sonriente
Originally uploaded by Isidro Vidal.

Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.

Después de estos últimos días, quizás desde hace tiempo, me ha venido a la memoria la frase anterior. Me he parado a pensar si es una frase hecha que acierta con el momento actual, o es algo del pasado oscuro, de cuando no teníamos de nada. Sólo teníamos claro quién era «el enemigo». Como no sabía de quién era, indagué en la mayor enciclopedia, casi como el Oráculo de Delfos, es decir, en Google. Al escribir directamente la palabra apareció como primer resultado de la búsqueda Bertolt Brecht. Recordé mis viejas lecturas de poesía, rebusqué en mi librería y encontré un librito de Alianza Editorial titulado Poemas y canciones. Con esta frase empieza un poema titulado A los hombres futuros.¿Es verdad que vivimos en tiempos sombríos? Sí, verdaderamente. Además tenemos pruebas objetivas, medibles, hay fotos y vídeos que lo atestiguan. En esta sociedad no existen distancias para la información. Tenemos presentes las guerras, el último huracán, además del terremoto, no olvidamos los diversos tipos de violencia y negociaciones varias.
Sin embargo, a pesar de todo ello, es bueno respirar. Tranquilamente. Todo tiene una de cal y otra de arena, o la cara tiene su cruz, también vemos la botella medio llena o medio vacia. Como no dejo de leer la prensa, el jueves encontré una noticia sorprendente.
El 13 de octubre, jueves, en el cuadernillo central de El País, titulado New York Times, se podía leer el siguiente titular Perseguir la felicidad en un mundo alocado y como subtítulo El bienestar social prioridad nacional en Bután.

El artículo intenta ahondar en el concepto de felicidad del mundo alocado en que vivimos. Un país pequeñito como Bután, situado en una de las zonas más conflictivas: limita al sur con India, y al norte tiene al Tibet y China. Tiene una población estimada al 2050 de unos cuatro millones de habitantes. Pues el reino de Bután se plantea términos como:

  • Al menos un 60% de su territorio sea bosque.
  • El bienestar material es sólo un sólo elemento. Eso no garantiza que estés en paz con tu entorno y en armonía con los demás.
  • Las metas de la vida no deberían limitarse a la producción, el consumo, más producción más consumo.

La felicidad de sus habitantes se ha convertido en una política de estado. Leed el artículo es muy interesante, aquí os apunto algo que me ha gustado: «Aunque los ingresos familiares siguen entre los más bajos del mundo, la esperanza de vida aumentó en 19 años de 1984 a 1998 y pasó a los 66 años…. Cada vez más economistas, sociólogos, directivos empresariales y burócratas de todo el mundo intentan desarrollar mediciones que no sólo calculen el flujo de dinero, sino también el acceso a la asistencia sanitaria, el tiempo que se pasa con la familia, la conservación de los recursos naturales y otros factores no económicos»

Voy a continuar comentando algo más sobre esta búsqueda de la felicidad. Será en el próximo «post».